Existen muchas consideraciones al pensar si los pequeños deben asistir a los entierros. A algunas personas les preocupa que su hijo pueda tener dificultades para entender lo que está pasando o que interrumpan la liturgia. Si bien estas son preocupaciones completamente válidas, enseñarle a su hijo sobre la muerte y los entierros puede ayudarlo a prepararse para el futuro. Si está decidiendo llevar a su hijo a un funeral, lea esta guía: ¿Debería ir un niño a un funeral? para asistirlo con su resolución.
¿Se deja que los pequeños vayan a un entierro?
Primeramente, no existe una "regla" cuando se trata de niños que asisten a un funeral. Cada familia es diferente, y asimismo lo es cada funeral. La mayor parte de las veces, los pequeños pueden asistir, si bien ciertos miembros de la familia pueden tener preocupaciones. Si lo invitaron a un entierro y no está seguro de si los niños son bienvenidos, consulte con la familia en duelo, el directivo de la funeraria o la persona que organiza el servicio.
¿A qué edad van los niños a los funerales?
De nuevo, la edad “adecuada” va a depender del niño. Conforme los sicólogos infantiles, la mayoría de los niños comprenden el término de muerte cuando tienen cerca de diez años. Los niños más pequeños van a ser conscientes de la muerte aun si no la entienden absolutamente.
Menores de 2 años: aunque los pequeños notarán la ausencia de una persona importante en su vida, esto es, un padre o cuidador principal, no entienden el término de muerte.
dos a 5 años: tienen conciencia de que las cosas están 'muertas' y 'vivas', mas no comprenden que la muerte es permanente.
Escuela primaria: los pequeños empiezan a comprender que la persona que está muerto no volverá.
Adolescentes: los adolescentes tienen una comprensión adulta del término de muerte. También pueden tener sus opiniones sobre el tema.
¿Qué debo estimar ya antes de llevar a https://www.divescotty.com/utilities/youtube.php?idyoutube=SKTJ4nJ0Tqk mis hijos a un funeral?
Bastante gente se preocupa de que sus hijos sean demasiado pequeños para ir a un entierro y no comprendan lo que está pasando. Este puede ser el caso, mas cada pequeño es diferente, por lo que debe decidir si piensa que su hijo se va a sentir cómodo. Pregúntese:
¿Va a ser un ataúd abierto o cerrado?
Si es un ataúd abierto, ¿podrá mi hijo hacer frente?
¿Será el entierro demasiado angustioso?
¿Cuánto va a durar la ceremonia?
¿Entenderán lo que pasa?
¿Mi hijo está ansioso o se distrae fácilmente?
¿Desean ir?
El último punto es posiblemente la parte más importante de la decisión. Hacer que los pequeños sean una parte del proceso les permite sentirse implicados. Para ayudarlos a decidir, explíqueles qué esperar en el entierro, incluida la buena etiqueta del entierro y de qué forma deben portarse, usando un lenguaje que puedan entender. Prepárate para responder a sus preguntas.
¿Deben los pequeños acudir al entierro de un abuelo?
Si su hijo estaba cerca de sus abuelos, acudir al funeral puede ser una oportunidad para despedirse y conseguir una sensación de cierre. Esto es en especial cierto si el niño comprende el concepto de la muerte, y más aún si vio a los abuelos combatir contra la mala salud durante bastante tiempo.
De qué manera preparar a su hijo para un funeral
Para asistir a su hijo a decidir si le agradaría acudir a un entierro, empiece explicando lo que puede aguardar. Mucha información nueva puede resultar abrumadora para los niños, así que sostenga las explicaciones simples.
Para ayudar a preparar a su hijo para un entierro, prosiga estas sugerencias:
Para asistir a tranquilizarlos, explíqueles qué esperar: describa lo que va a suceder antes, a lo largo de y tras el servicio de una manera apropiada para su edad.
Toda vez que sea posible, involúcrelos: de forma frecuente los pequeños quieren contribuir con algo al funeral de alguien cercano a ellos. Podrían escribir un poema, hacer un dibujo, recitar una oración o asistir a seleccionar la música.
Pídele ayuda a un amigo cercano: si el funeral es para un familiar cercano, es probable que estés de luto o muy implicado en la ceremonia. Pídale a alguien que conozca bien al pequeño, tal vez un amigo de la familia, que lo apoye si se siente abrumado.
Lleve un libro, un juego sosegado o un juguete confiable; si se ponen inquietos, puede ser bueno traer algo para mantenerlos ocupados o distraerlos.
¿No debería resguardar a mis hijos de la muerte y los entierros?
Aprender a soportar la muerte es una parte importante de la vida. Esto no significa necesariamente que, en todos y cada uno de los casos, los niños deban acudir a los entierros, pero los entierros son un ritual significativo. Involucrar a un pequeño, incluso desde una edad temprana, puede ayudarlo a entender la muerte. Como padre, esto puede parecer intimidante. Pero puede infundir compasión en los niños, una habilidad esencial para la vida.
Otra preocupación común es que los progenitores se sientan apabullados y molestos en la ceremonia, y tener a sus hijos allá solo hará que esto sea más difícil. Para cerciorarse de que su hijo no se quede fuera, y para ayudarlo con el proceso de duelo y recordar a quien murió, considere darle otra oportunidad para despedirse.
Esto podría ser:
Visitar el crematorio o camposanto en una fecha posterior
Creación de un libro de recuerdos
Escribiendo poemas
Dibujar imágenes
Encendiendo una candela